Esa noche Lami se despertó agitada tras una pesadilla; la misma desde que tenía 3 años. Era la de un hombre alto, de ojos verdes similares a los de ella que la acechaba, era bastante apuesto, pero había algo en él que le decía que no era una buena persona, ni siquiera estaba segura de que él fuera una persona.
volvió a dormirse después de unos minutos, está vez, solo durmió, no tuvo ni pesadillas ni sueños, solo la oscuridad; para ella era mucho mas agradable dormir así que las pesadillas.
- hija!- gritó su madre desde abajo- ya está el desayuno!
la chica se había levantado desde hace hora, estaba arreglada y preparada para ir a su primer día de clases, se habían mudado desde Los Angeles hasta Nueva York tras una serie de acontecimientos que empezaron a ocurrir desde su 17o cumpleaños.
-mamá- dijo la chica- a que hora llegaras del trabajo?
-aún no lo sé querida, pero creo que será después de las 4- sonrió- supongo que tendrás que regresar a casa sola
-si, lo sospechaba
ambas terminaron de desayunar para después despedirse e irse a sus actividades.
Lami se había dado cuenta desde hace meses que tenía ciertos poderes sobre naturales, a simple vista era perfecta, ojos verdes como esmeraldas, piel blanca que parecía porcelana y cabello abundante y negro, de pronto, toda cicatriz empezó a desaparecer de su piel, sus labios nunca se marchitaron de nuevo y parecía no cansarse nunca, era algo que ni ella podía explicar, y más aún su madre, que a diferencia de ella, era de cabello rubio y ojos azules.
-es la chica nueva- escuchó que todos decían
-yo le podría divertir cuando quiera- dijo otro chico
ella solo miraba a todos lados esperando que nadie se le acercara, ya que no sabía lo que le pasaba, y menos aún lo que podría llegar a hacer.
-bien jóvenes, no hay tiempo para presentaciones, su nombre es Lumi, bla bla bla y siéntate ahí- dijo apuntando una banca vacía al fondo del aula- esta tarde en la clase de Química...
el profesor empezó con la clase, cualquiera que viera por la ventana se daría cuenta que no estaban poniendo atención, unos charlaban entre ellos, otros leían, alguno que otro dibujaba, cada uno tenía algo mas importante que hacer en lugar de atender la clase, y como Lami no tenía nada, simplemente se dedico a tomar nota, después de media hora, ella también se aburrió, y pronto noto que su aburrimiento atraía la mirada de sus compañeros, parecían horrorizados, él profesor ignoraba por completo lo que estaba pasando, y sin mas, todos cayeron dormido.
Al sonar la campaña, sus compañeros despertaron de su sueño, no podían explicar como era que se habían quedado dormidos, Lami salió corriendo del aula para encerrarse en el baño
-estas bien?- se escucho la voz de una chica del otro lado de la puerta
-sí- dijo Lami sin creérselo, abrió la puerta solo unos segundos después, encontrándose de frente con una chica de cabello negro pero con las raises rubias y ropa completamente oscura
-primer día - sonriendo amable- mi nombre es Katherine Johnson- extendiendo su mano
-yo soy Lami, Lami Laine- tomando su mano- sí, bastante confuso- saliendo del baño
-bueno, - sonriendo- si quieres sobrevivir tendrás que juntarte conmigo
-"BRUJAA!"
-cuidado - dijo Katherine al chico que se lo gritó- no sea que te haga algún hechizo
-creo que mi aula es está- Lami se estaba poniendo nerviosa-
-que casualidad- dijo mirándola- también tengo historia
las dos chicas se sentaron juntas durante la clase, era bastante interesante ver como su catedrática levantaba las manos y las agitaba cada vez que hablaba, como si ella hubiera vivido cada momento narrado
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-donde está?- mira a Heimdal- la has visto?
-si- apuntando un lugar - se encuentra asustada
-esperemos a ver que más puede hacer- camina de vuelta- avísame si pasa algo interesante
Loki sabía perfectamente de la existencia de esta hija, quería saber que podía hacer, que tanto poder tenía siendo mitad humana, mientras Heimdal por el contrario, se estaba preocupando por la chica, sabía que ella podría llegar a ser peligrosa si lo deseaba, y siendo hija de quien era; bueno, él solo esperaba que no se parecieran mucho.
-así que Lami- sonriendo- será mejor que me enseñes que vale la pena ser tu padre
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tras un día demasiado agitado en la escuela, Lami regresó a casa para comer, su madre había regresado dos horas después de ella, trayendo comida preparada.
-y como te fue hija?- sonriendo amablemente mientras comía un bocado- hay chicos lindos?
-dormí a mi clase de Química- mirando el plato- volvió a suceder lo del lápiz
su madre suspiro, había pasado esto varias veces en la escuela, su hija tenía poderes, y al mismo tiempo no quería explicarle que era lo que le pasaba. No creía poder hacerlo de todas formas.
-necesito saber quien es mi padre- en susurro- seguro él sabe lo que me pasa
-ya te dije que no tiene nada que ver con eso- mirando el plato triste- no lo he visto desde que eras muy pequeña
-solo tengo una foto de él cargándome- mira a su madre - necesito saber su nombre
-para que?- alterada- él no se quedo con nosotras, y eso no va a hacer que regrese- llorando, salió corriendo hasta su cuarto dejando a Lami sentada sola en el comedor. Otra vez.
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